Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris y el presidente de México, Manuel López Obrador. AFP


Los Gobiernos de Estados Unidos y México acordaron fomentar programas de desarrollo agrícola y trabajo juvenil para atender las causas de la migración ilegal, principalmente desde Centroamérica, dijo este martes la Casa Blanca.

La estrategia fue anunciada tras el encuentro entre la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y el presidente Andrés Manuel López Obrador en Ciudad de México, en el que abordaron principalmente la migración irregular hacia Estados Unidos.
Los dos gobiernos trabajarán para fomentar programas de desarrollo agrícola y empoderamiento juvenil en El Salvador, Honduras y Guatemala". dijo la Casa Blanca en un comunicado.

"Además, crearán y manejarán en conjunto un programa para entregar, medir y comunicar mejor la asistencia a la región", agregó.

Ambos gobiernos acordaron también trabajar unidos para frenar a las organizaciones de tráfico de personas, los llamados "polleros o coyotes".
Las agencias de la ley trabajarán en conjunto para identificar objetivos, desarrollar investigaciones y tomar acciones como congelar las cuentas bancarias asociadas a grupos criminales". detalla el comunicado oficial.

Por su parte, Obrador sostiene que la solución al problema migratorio es promover el desarrollo del sur de México y Centroamérica.

Su gobierno ha lanzado un programa de reforestación en la región vecina denominado Sembrando Vida en beneficio de agricultores locales, al que espera se sume Estados Unidos.

La Casa Blanca informó que también se acordó establecer grupos de diálogo de alto nivel para atender temas de seguridad y económicos.

El gobierno estadounidense dijo además que buscará 250 millones de dólares en nuevas inversiones para el sur de México dirigidas a fortalecer cadenas de productos como café y cacao, además del ecoturismo.

También pactaron expandir la capacidad forense para resolver los casos de desaparecidos en México, mediante el apoyo de Washington en el entrenamiento de técnicos de laboratorio y policías.

El objetivo es "aumentar sus habilidades en análisis forense" y apoyar a la Comisión Nacional de Búsqueda "para recolectar, mantener y analizar registros de personas desaparecidas en todo el país".